English-only speakers can get the general idea (or a good laugh) with Babelfish.
P.S. -- Phooey on Word's auto-correct feature. How do you turn that thing off?!?!?!
Mi primera experiencia operática
El dĂa final de mi viaje a Europa lo pasĂ© con cinco amigos en Geneva. Decidimos pasar un dĂa de descanso conociendo la ciudad y disfrutando de un poco de quietud despuĂ©s de dos semanas de ir y venir todo el tiempo. TambiĂ©n querĂamos hacer algo mas elegante y refinado (a las tres chicas especialmente les gustaba esta idea; los muchachos tuvieron mucha paciencia) para tener razĂłn de vestirnos con nuestras ropas de fiesta, que ya no habĂamos usado. Una de las chicas, que trabaja como maestra de mĂşsica, sugiriĂł que fuĂ©ramos a una Ăłpera, siendo que Geneva se conoce como ciudad de Ăłperas muy famosa. Al resto de nosotros nos parecĂa buena idea y asĂ empezamos a buscar una Ăłpera.
TenĂamos unos pases del tren, pero porque era el domingo la oficina donde tenĂan los mapas fue cerrada. Viajamos a pie hasta que encontramos un parque muy lindo que frentaba - ¡por suerte! – al edificio de la Ăłpera de Geneva. Unos de nosotros nos quedamos en el parque mientra los otros cruzaron la calle a ver que podrĂan discubrir sobre la Ăłpera. DespuĂ©s de unos cuantos minutos que pasamos mirando las flores y la gente, los investigadores operáticos volvieron con las noticias que no habĂa una Ăłpera en ese edificio esa noche, pero que habĂan visto un anuncio de una Ăłpera en otro lugar que creĂan que estaba muy cerca al otro.
Decidimos buscar alguna comida y tal vez un cafĂ© del internet donde podrĂamos encontrar más informaciĂłn sobre la Ăłpera. Almorzamos y encontramos un lugar de usar el internet donde tambiĂ©n encontramos la página web de la Ăłpera. SĂłlo tuviĂ©ramos un problema: la página fue totalmente escrita en francĂ©s. Mi amiga sabĂa un poco de francĂ©s y yo de español, y asĂ encontramos unos nĂşmeros y palabras que parecĂan ser la direcciĂłn de la Ăłpera. Y salimos a buscarla otra vez.
El dĂa de descanso se hube transformado en dĂa que exigĂa mucha energĂa. Buscando la Ăłpera, subimos al tren. Bajamos del tren. Subimos otra vez al tren. Caminamos. Caminamos más. Le preguntamos la direcciĂłn a la gente por la calle, recibiendo cada vez una respuesta un poco diferente de la Ăşltima. Al fin, a la media del tarde, encontramos la Ăłpera. Ahora sĂ pudimos disfrutar de un descanso antes de regresar al hotel para lavarnos y vestirnos. O asĂ creĂmos.
Tomamos un crucero por el lago de Geneva, que verdaderamente era muy lindo. Y pasamos por otro parque donde tenĂan unas flores bellĂsimas. Mientras tanto, empezamos a calcular cuanto tiempo tomarĂa regresar al hotel y despuĂ©s a la Ăłpera antes de que empezara. HabĂa poco tiempo.
Aunque todavĂa no tenĂamos un mapa completo, regresamos de poco a poco, a veces tomando el tren y a veces caminando. Otra vez caminamos y caminamos. Algunos de nosotros nos quemamos bajo el sol muy fuerte. Llegamos al hotel con media hora para alistarnos par ir a la Ăłpera.
A las siete, muy cansados, un poco quemados, pero felices, conseguimos un taxi y nos sentamos uno encima del otro porque éramos muchos y el taxi era pequeño. Llegamos a la ópera sólo cinco minutos antes de que empezara y compramos los billetes más baratos (que aunque no fueron tan caro como el taxi, ¡no fueron baratos!).
Al fin nos sentamos en las sillas muy cĂłmodas y empezĂł la mĂşsica compuesta por Mozart.
¿Y qué pensé de mi primera ópera? Si me hubiera mantenido despierta, tal vez eso le pudiera contar.
1 comment:
Um, wow. I can tell you didn't use Babelfish to write that. My confidence in Babelfish is diminished.
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